sábado, 17 de diciembre de 2011

Por fin llegó, NAVIDAD...


Tal vez el mejor adorno de navidad es una gran sonrisa aunque... La Navidad no es un momento ni una estación, sino un estado de la mente. Valorar la paz y la generosidad y tener merced es comprender el verdadero significado de Navidad. 
La Navidad es la ternura del pasado, el valor del presente y la esperanza del futuro. Es el deseo más sincero de que cada taza se rebose con bendiciones ricas y eternas, y de que cada camino nos lleve a la paz. 
¡Feliz, feliz Navidad, es lo que se desean en este tiempo las personas por la calle, la que hace que nos acordemos de las ilusiones de nuestra infancia, le recuerde al abuelo las alegrías de su juventud, y le transporte al viajero a su chimenea y a su dulce hogar! 
No hay nada mejor que una Navidad repleta de ilusión y alegría.
Viene cada año y vendrá para siempre. 
Vienen los recuerdos y las costumbres. Esos recuerdos cotidianos humildes a los que todas las madres nos agarramos. 
La propia palabra llena nuestros corazones de alegría.
Cuando llegue el día de Navidad, nos viene el mismo calor que sentíamos cuando éramos niños, el mismo calor que envuelve nuestro corazón y nuestro hogar.

Amar puede ser un amargo sabor de boca, pero vale la pena si al final lo dulce de sus labios recompensa tu amargura.

               
El orgullo no tiene color, ni sabor, ni tamaño, pero sin embargo, el lo más difícil de tragarse.

Me dices que me enamore, como si enamorarse fuera comerse un chicle. Enamorarse es comer un chicle y querer seguir masticándolo aunque haya perdido el sabor
          
Todo fracaso es el condimento que le da sabor al éxito.
                        
La verdad tiene dos sabores: uno dulce, para el que la dice, y otro amargo para el que la oye.

                            


♥_♥

Para los buenos momentos, gratitud. 
Para los malos, mucha esperanza. 
Para cada día, una ilusión.
Y siempre, siempre, felicidad.